5/30/2009

Brindar respuestas de manera constante

Negarnos a brindar adecuadas y oportunas es el acto más cruel que podemos infligir a cualquier ser humano.

- Charles Coonradt, asesor de gestión.


Las respuestas de los demás son indispensables para los seres humanos.

Intentemos ignorar a un niño de tres años; al principio, tratará de llamar nuestra atención en forma tranquila, pero, si nuestra indiferencia persiste, pronto comenzará a gritar o llorar desesperadamente. Esto se debe a que es preferible brindar cualquier tipo de respuesta – incluso negativa – a abstenernos de darla.

Hay quienes piensan que este principio sólo es aplicable en el caso de los niños, pero a los adultos les ocurre lo mismo y con más frecuencia aún. La forma más cruel de castigo para una persona que está en prisión es que la confinen a una celda solitaria. La mayoría de los prisioneros harían cualquier cosa – incluso mejorarían por un tiempo su conducta – con tal de evitar una situación en la que nadie o casi nadie pudiera responder a sus mensajes.

Tal vez usted haya experimentado el efecto relajante que provoca “privación sensorial”. La experiencia consiste en ingresar durante algunos minutos a una cámara oscura con forma de capullo y flotar en agua salada a una temperatura similar a la del cuerpo humano, privado de todo tipo de iluminación y sonido. La sensación es fabulosa, pero no por mucho tiempo.

En cierta oportunidad, el único encargado de una de estas cámaras se enfadó por cierta injusticia que había sufrido en su entorno laboral y se marchó, dejando al cliente atrapado allí dentro. Horas más tarde, el cliente fue rescatado, pero debieron internarlo, no porque hubiera padecido ningún daño físico, sino porque la falta de contacto sensorial y de reacción del entorno le había generado un estado de psicosis. Cuando se nos priva de todo tipo de vínculo con el exterior, la mente comienza a generar sus propios estímulos sensoriales en forma de alucinaciones, y estas, a menudo, ponen en evidencia los temores más profundos de la persona. Las pesadillas y terrores que esto provoca pueden generar estados de locura en personas comunes y corrientes.

Lo mismo sucede con los empleados de una empresa: si no se les brindan respuestas, sus mentes crearán las propias, derivadas de sus temores más recónditos. No es casual que las encuestas realizadas a empleados revelen que los dos problemas organizativos más comunes son “la falta de confianza y la falta de comunicación”.

Uno de los mecanismos de tortura más llamativos que han implementado las organizaciones militares y de inteligencia consiste en confinar al prisionero rebelde al “cuarto oscuro”. Este deja de oponer resistencia más rápido si se lo somete a un período de completo aislamiento que si se le infligen castigos físicos.

Tomemos un ejemplo casero: el marido le insiste a su mujer para que termine de arreglarse porque no quiere llegar tarde a un espectáculo al que asistirán por la noche. Ella le pregunta:

- ¿Cómo me queda este sacón?

- Bien, bien, ¡ya vámonos! – le responde él.

- Bueno, yo sabía que no me iba a quedar bien. ¡Pero no sé qué otro ponerme! – agrega la mujer.

Los individuos exigimos respuestas reales, no meras palabras de consuelo o condescendencia.

Los gerentes que tienen más inconvenientes para motivar a su personal son aquellos que brindan menor respuesta. Cuando se le pregunta a uno de esos gerentes “¿Cómo considera que nos venimos desempeñando?, él responde: “Bueno, no sé, todavía no eché un vistazo a las planillas ni revisé nada. Creo que venimos bastante bien este mes, pero no estoy seguro”.

Esta clase de gerentes tienen mucha mayor dificultad para inspirar a los integrantes de sus equipos. Si uno pretende tener logros, es necesario que ofrezca respuestas de manera constante. Además, si el objetivo es sacar el mayor provecho posible del personal que tenemos a cargo, es imperioso que seamos los primeros en conocer los números que manejamos y lo que estos significan. Los que saben motivar cumplen con su tarea: llevan las cuentas correctamente y transmiten a sus empleados toda la información pertinente.

Fuente:

Chandler S. y Richardson S. (2007). 100 maneras de motivar a los demás. Argentina: Kier empresa.

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