4/06/2009

Ser la causa, no el efecto


Las personas superficiales creen en el azar; las que son sabias y fuertes, en la casualidad.

- Ralph Waldo Emerson

Un hombre que conoce la manera adecuada de motivar a otros pregunta lo siguiente: “¿De qué queremos ser la causa hoy? ¿Qué efecto queremos producir?.

Estas son las mejores preguntas para un directivo. El único defecto de los que tienen dificultades para cumplir esa función es que no se las formulan, porque siempre piensan en lo que les sucede internamente en lugar de reflexionar sobre lo que son capaces de producir.

Si quienes componen nuestro personal nos consideran una causa antes que un efecto, nos será fácil enseñarles a pensar del mismo modo sobre sí mismos. Al poco tiempo, los habremos instado a dejar atrás los conceptos que tenían de sí mismos.

Un conductor puede hacer que eso suceda.

Fuente:

Chandler S. y Richardson S. (2007). 100 maneras de motivar a los demás. Argentina: Kier empresa.

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