3/31/2009

Entrar en sintonía antes de comenzar

A las personas no hay que decirles cómo hacer las cosas, sino las cosas que tienen que hacer, y luego dejar que nos sorprendan con los resultados de su desempeño

- George S. Patton

No se puede motivar a alguien que no nos escucha. Si lo que decimos no es comprendido por nuestros oyentes, no interesa la forma en que lo expresemos: lo importante es que no se nos está escuchando. Para motivar a las personas, es necesario lograr que nos escuchen. A tal fin, ante todo es preciso que nosotros las escuchemos a ellas. De lo contrario, la comunicación no tendrá éxito. Si siempre somos los primeros en hablar, no lograremos motivar a nuestros empleados, porque, en primer lugar, estos tienen que comprobar que estamos en su misma sintonía y comprendemos cabalmente su forma de pensar. Como dijo Warren Bennis, el gurú de la conducción, “En cualquier clase de entrenamiento, la primera regla consiste en que el entrenador escuche profundamente a los demás, lo que implica que debe entrar en contacto con el contexto en el que el ´otro´ está razonando; es decir, tiene que ´entrar en sintonía´ con el lugar en el que se sitúa la otra persona. En síntesis, quizá la base de la conducción sea la capacidad del conductor para cambiar la mentalidad o la estructura psicológica del otro. Esto no es tarea fácil ya que – no es necesario que lo aclare – la mayoría de nosotros creemos que sintonizamos con otro individuo cuando, con frecuencia, lo que ocurre es que prestamos más atención a nuestras propias ideas”. En cierta oportunidad, trabajamos con un director general de servicios financieros llamado Lance, que tenía inconvenientes con el equipo que se ocupaba de las cuentas más importantes de la empresa, conformado por cuatro mujeres. Estas no le prestaban atención ni le tenían confianza, y temían reunirse con él porque les remarcaba sus errores. Lance estaba sobrepasado por la situación, por lo que pidió asesoramiento. - Reúnase con cada una de ellas por separado – le aconsejamos. - ¿Y qué debo decirles? – nos preguntó. - No diga nada, dedíquese a escucharlas – le respondimos. - ¿Escuchar qué? – continuó. - A la persona que tiene enfrente. - ¿Qué pautas debo seguir? - Ninguna. - ¿Qué preguntas debería hacerles? - Podría preguntarles: ¿Cómo anda su vida? ¡ Cómo se siente en esta empresa? ¡Qué cosas modificaría? – le sugerimos. - ¡Y luego? - Luego siga escuchando. - No sé si seré capaz. Esto nos permitió averiguar el motivo por el cual el equipo de las grandes cuentas de la firma no confiaba mucho en su director. El resto del trabajo tuvo que hacerlo el propio Lance. Fuente: Chandler S. y Richardson S. (2007). 100 maneras de motivar a los demás. Argentina: Kier empresa.

3/21/2009

Imponer la autodisciplina


La disciplina implica recordar los objetivos personales que uno tiene.
- David Campbell, fundador de la tienda “Saks Fifth Avenue”

Existe un mito – en el que casi todo el mundo cree – según el cual la autodisciplina se “posee”, es decir, se encuentra dentro de nosotros, como un don genético que podemos tener o no.

La verdad es que la autodisciplina no se “posee” sino que se utiliza.

Digámoslo de otro modo: la autodisciplina es como un idioma. Cualquier niño es capaz de aprender uno (de hecho, todos los niños lo hacen). Del mismo modo, cualquier anciano tiene la posibilidad de hacerlo. Supongamos que una persona de habla inglesa se halla perdida bajo la lluvia en Juárez, México; ya sea que tenga nueve o noventa años, si utiliza el español para retomar su camino en busca de un refugio cálido y seguro, seguramente lo encontrará.

En este caso, el español funciona como una autodisciplina, en el sentido de que si lo utiliza para algo. No nacemos con ese idioma incorporado, pero podemos ponerlo en práctica. De hecho, la frecuencia con que lo utilicemos dependerá de nuestra voluntad.

Cuanto más lo practiquemos, mayores serán nuestros logros.

Si se enviara a un norteamericano a vivir a Juárez por un año y tuviera que ganarse la vida, cuanto más utilizara el español, más rápido obtendría lo que necesita.
Si nunca hicimos uso de este idioma, aún estamos a tiempo. Podemos recurrir a nuestro pequeño diccionario de frases en inglés-español y sacar provecho de él. ¡Puede servirnos para averiguar una dirección o para pedir ayuda! No es necesario haber nacido con ningún don especial.

Exactamente lo mismo ocurre con la autodisciplina. No obstante, mucha gente no lo cree; la mayoría piensa que es algo que se posee o no y que, en cualquier caso, es un rasgo de carácter o una característica permanente de la personalidad.

Estas personas están completamente equivocadas e incurren en un error que puede arruinar su vida. Sin embargo, la buena noticia es que nunca es muy tarde para corregirlo, ya sea en uno mismo o en la gente que nos rodea. Siempre estamos a tiempo de aprender la verdad.

Veamos hasta qué punto es errónea la concepción a este respecto. Hace poco, un gerente de una empresa, refiriéndose a uno de sus subordinados, dijo:
- Si él tuviera al menos cierta autodisciplina, lo nombraría encargado de ventas; pero carece por completo de ella.

Esta creencia es falsa. El empleado en cuestión posee tanta autodisciplina como cualquier otra persona, sólo que aún no se dispuso a utilizarla. Del mismo modo, los que hablamos inglés contamos con la misma cantidad de vocabulario en español que cualquier otra persona de habla inglesa: el reto consiste en aplicarlo.

Es verdad que, cuanto más recurramos a nuestro pequeño diccionario y utilicemos las palabras, más fácil nos resultará manejarnos de manera fluida con el idioma extraño. Si hacemos lo suficiente y utilizamos una cantidad considerable de palabras y frases, se nos volverá tan sencillo hablarlo que nos parecerá natural, como si lo “poseyéramos” dentro de nosotros, así como Tiger Woods parece llevar el golf en la sangre.

La autodisciplina sigue la misma pauta: si nuestro subordinado comprendiera en forma cabal que se trata de una característica utilizable (no “poseíble”), podría aprovecharla para alcanzar prácticamente cualquier objetivo que se propusiera.

En lugar de esto, el individuo se preocupa. Se pregunta si posee o no el rasgo en cuestión; si tiene ese “don” dentro de sí; si sus padres y tutores se lo inculcaron. (Algunos creen que es un don adquirido mediante la experiencia; otros, que es de origen genético. Ambas creencias son falsas: no es de ninguna manera algo que se “instala” dentro de nosotros, sino una herramienta que cualquiera puede utilizar. Como un martillo o un diccionario).

Los dirigentes esclarecidos sacan mayor provecho de las personas que están a su cargo porque son conscientes de que cada una de ellas posee todo lo que precisa para obtener lo que busca. No se conforman con las excusas, las disculpas y el lamentable fatalismo que la mayoría de los que no saben cómo actuar muestran hábilmente a sus gerentes. No los convencen.

Fuente:
Chandler S. y Richardson S. (2007). 100 maneras de motivar a los demás. Argentina: Kier empresa.

3/11/2009

Conocer el origen de la motivación


La conducción es el arte de lograr que otra persona haga por su propia voluntad lo que nosotros queremos que haga.
- Dwight D. Eisenhower

Un gerente cuyo nombre era Tom llegó temprano al seminario sobre conducción que ofrecíamos. Vestía una camiseta de polo verde oliva y unos pantalones deportivos blancos con pliegues, por lo que se deducía que se había preparado para disfrutar de un día de golf.

Tom, el golfista, se acercó al frente del aula y nos dijo:

- Miren, la asistencia al seminario no es obligatoria, así que hoy tengo pensado faltar.

- Está bien, pero ¿por qué vino antes de que comenzara la clase a decirnos esto? Tal vez haya algo que quiera preguntarnos –le respondimos.

- Bueno, es verdad – confesó -. Todo lo que necesito saber es de qué manera lograr que los integrantes del equipo de ventas que dirijo mejoren su desempeño. ¿Cómo debo manejarlos?


- ¿Eso es todo lo que necesita saber? – le preguntamos.


- Así es – replicó el gerente.


- Bueno, le ahorraremos mucho tiempo y seguro que podrá comenzar puntualmente su partido de golf.

El gerente Tom se inclinó hacia delante, a la espera de esas palabras sabias que lo ayudaran a conducir a su personal. Le dijimos lo siguiente:

- Usted no puede manejarlos.

- ¿Qué? – inquirió extrañado.

- No se puede manejar a nadie. Eso es todo; ya puede irse, ¡y que tenga un gran partido! – le respondimos.


- ¿Qué están diciendo? –insistió el gerente -. Pensé que ofrecían seminarios sobre la manera de motivar a otras personas. ¿Qué quieren decir con que “no se puede manejar a nadie“?


- Es cierto que brindamos seminarios sobre esta materia, pero una de las primeras cosas que enseñamos a los gerentes es que, en realidad, no pueden controlar en forma directa a sus subordinados. La motivación siempre parte del propio empleado, no de quien lo emplea.


- Entonces, ¿qué es lo que enseñan en concreto?


- Enseñamos cómo hacer que la gente encuentra su propia motivación. Esa es la clave, y se logra a través de acuerdos, no controlando a las personas. Eso es lo que vamos a debatir esta mañana en la clase.


El gerente guardó las llaves de su automóvil en el bolsillo, se ubicó en el asiento más próximo y allí permaneció durante el resto del seminario.


Fuente:


Chandler S. y Richardson S. (2007). 100 maneras de motivar a los demás. Argentina: Kier empresa.

3/01/2009

Foro Mundial de Liderazgo



Fec
ha: 11 de marzo de 2009 / Lugar: Eurobuilding Hotel & Suites Caracas



Descubre las técnicas de comunicación que permiten mejorar la dinámica de las relaciones interpersonales con tus superiores, pares o subordinados, especialmente del sexo opuesto (John Gray - Relaciones interpersonales y comunicación - Sicólogo, autor y experto en relaciones humanas)


Define el tipo de liderazgo que deseas construir para ti, tu empresa y tu equipo de trabajo, identificando tus fortalezas personales (Jim Cathcart - Reinventar el liderazgo - Empresario y autor, miembro del Salón de la Fama de los Conferencistas)


Aprende a convertirte en el guía de tu propio destino contando sólo con los recursos que tienes a la mano, valorando el trabajo en equipo y actuando con confianza, dejando trabajar a los demás (Carlitos Páez - Liderazgo en crisis y trabajo en equipo - Sobreviviente de la tragedia de los Andes en 1972)

Unidades Curriculares del Término I del Postgrado en Gerencia Pública

Estas son las Unidades Curriculares del Término I del Postgrado en Gerencia Pública: Gerencia Estratégica en el Sector Social, Proyectos Sociales y Ética, Formación Gerencial. Permitirá nivelar / actualizar y desarrollar aún más, los conocimientos en relación a dichas unidades.

Gerencia Estratégica en el Sector Social: Integrar procesos y herramientas de Gestión Estratégica, en los distintos niveles de intervención social, atendiendo para ello a la normativa legal, las relaciones de fuerza y poder social, así como el manejo de las competencias y estilos gerenciales de participación y coordinación institucional orientados hacia el incremento de la eficacia y eficiencia de los resultados y la generación de bienestar social.


Proyectos Sociales y Ética: Desarrollar habilidades para planificar, ejecutar y evaluar Proyectos Sociales, orientados hacia la erradicación de la pobreza, bajo las premisas éticas del servidor público venezolano en el ejercicio de la acción pública.




Formación Gerencial: Gerenciar la complejidad e incertidumbre propias del ámbito público, asimilado una formación integral que le permita la interpretación adecuada de los fenómenos, tendencias y cambios del entorno; anticipándose a éstas para fortalecer la gobernabilidad y el bienestar colectivo. Capacidad para adoptar prácticas gerenciales y de liderazgo dirigidas a integrar en forma dialéctica, holística, pluralista y creativa el capital intelectual, bajo un enfoque de inclusión y valoración del talento humano, con un enfoque cívico y ético dirigido al logro de la legitimidad, eficiencia y eficacia de sus actuaciones. Disposición para gerenciar las complejidades del entorno organizacional, adoptando compromisos de valoración, interdependencia, ética y coresponsabilidad con el desarrollo social, promoviendo e impulsando experiencias innovadoras, creativas y participativas de innovación y aprendizaje.